Hoy es día 11 del mes 11 del año 2018, que sumado también da 11. Las personas que estudian los números y su influencia afirman que el 11 es un número maestro, cargado de simbolismo. Y que esta es una fecha muy poderosa a nivel energético, porque se abre un portal de prosperidad y abundancia que se mantendrá activo hasta el día 22 de este mes.
Eso sí, para beneficiarse de esa energía debe existir conciencia e intención. Para ello, recomiendan utilizar estos 11 días para pedir la llegada de prosperidad a tu vida. Cada noche antes de dormir, se debe pedir desde el corazón lo que se desea. Ahora bien, y esto fue lo que me hizo pensar, al parecer sólo se puede pedir un tipo de prosperidad, sólo 1 por lo de la energía del número y eso, o prosperidad económica o prosperidad espiritual…¿tú qué elegirías?
O debería preguntarte, ¿qué entiendes tú por prosperidad?
La gran mayoría de las personas, sin estadística de por medio, asocia prosperidad con dinero, con cosas materiales, con el cuerno de la abundancia. Y claro que sí, la prosperidad tiene mucho de eso porque así nos han educado.
Pero, si me centro en lo que para mi significa, va más allá. La prosperidad es un concepto completo. Es una actitud, es una forma de vivir, de aprovechar los recursos que la vida te ofrece, tanto tangibles como intangibles. Puedes tener mucho y disfrutar poco. Y tener poco y aprovechar hasta la última gota de tu tiempo y tu dinero…¿quién crees que es más prósperx?
Personalmente, me resulta impensable disociar la una de la otra. De hecho, considero más próspera a aquella persona capaz de disfrutar, aprovechar y agradecer lo que tiene, sea mucho o poco.
La prosperidad, en mi opinión, para que sea plena, fusiona lo material y lo inmaterial. Separarlos convierte la prosperidad en un concepto a medias que da como resultado algo parcial e incompleto. Y al igual que el motivo de este post el número once y la prosperidad, económica y espiritual, son dos palitos independientes que transitan en paralelo. Carecer de alguno, aunque posible, cambia la cifra. Reduce el once a uno.
Y tú, ¿disfrutas de tu prosperidad?