Ya te hablé de la escucha activa, y de cómo escuchar con los cinco sentidos permite conectar con lo que la vida cuenta más allá de lo audible. Y hoy me gustaría proponerte el método O.I.R., probado y desarrollado por mí aplicando recursos propios de autogestión emocional.
El método O.I.R.
Es un método integrador, para avanzar, reconocer y valorar si estás dónde quieres, en la compañía que quieres y haciendo lo que te gusta.
En mi experiencia, hubo un tiempo que sentía que algo no acababa de funcionar en mi vida. Era un run-run, ¿lo has sentido? Si tuviese que compararlo con algo, sería parecido a cuando olvidas apagar la campana extractora de la cocina porque estás haciendo otra cosa, y sin darte cuenta te vas incomodando cada vez más. Y al cabo de un rato, reparas en ese molesto zumbido mecánico, y apagas por fin el extractor. El silencio posterior es pura paz, y te das cuenta de hasta que punto te molestaba sin saberlo. El ruido se había mimetizado como un camaleón. Lo curioso del asunto, en mi caso, es que después me siento aliviada y algo boba por no haberme dado cuenta antes del malestar.
Pero, ¿cómo darse cuenta si la atención e intención se tiene puesta en otros asuntos?.
Ya habrás descubierto que lo del extractor es sólo un símil de cómo esa sensación puede estar presente en cuestiones mucho más vitales como trabajo, pareja o salud. Para eso, te propongo el método O.I.R.
O.I.R es Observar e Identificar para Renovar.
Prueba a integrar…
Para un momento, sólo 1 minuto. OBSERVA qué haces, cómo, dónde y con quién… ¿cómo te sientes? Ahora, deja vagar tu vista sin fijarla en ningún sitio, IDENTIFICA qué capta tu atención, sin pensar demasiado… ¿cambiarías algo? Y con lo que hayas descubierto, RENUEVA. Sin juzgar su importancia o insignificancia, realiza aquí y ahora una pequeña acción para mejorarlo.