¿Te consideras una persona libre? ¿Qué es para ti la libertad? ¿Has oído la cita de Sartre“mi libertad termina donde empieza la de los demás”?
Algunas personas creen que ser libre es hacer lo qué quieres, cuándo, cómo, dónde y con quién quieres. Otras, asocian libertad con vivir sin hipoteca o responsabilidades familiares. Y unas cuantas, simplemente piensan que ser libre es no estar en la cárcel.
¿Con cuál de estas afirmaciones te identificas tú? Bien pensado todas son ciertas y, a la vez, parciales. Y si ninguna te convence, siempre puedes utilizar el comodín del diccionario.
Aunque definiciones oficiales aparte, y en mi opinión, ser libre es mucho más que hacer lo que se quiere o vivir sin comprometerse. Es elegir con qué o quién te quieres comprometer. Es un derecho y una responsabilidad, y es legitimar ese mismo derecho en lxs demás.
Pero si tu libertad se ve condicionada por un miedo inconsciente a la soledad, al fracaso o a la pérdida ¿estarías realmente haciendo lo qué quieres, o simplemente vivirías en una ignorada prisión emocional?
Cuando las emociones toman el control y te empujan o impiden hacer algo, que es importante para ti, tu libertad se ve apresada. En esas condiciones pasas a vivir en una cárcel intangible que te acompaña dónde vas, cimenta tu auto-convivencia y condiciona tu bienestar emocional.
Ser libre
La libertad emocional va de la mano de la coherencia. Es alinear lo que sientes con lo que piensas, dices y haces. Es saber reconocer y gestionar tus emociones siendo fiel a tu sentir.
El primer paso para recuperar la libertad emocional, como en todo proceso de cambio, es tomar consciencia. Observa tu vida, identifica qué emociones te condicionan y cómo. Y empieza la renovacción.
Tú tienes todas las herramientas
No siempre puedes elegir lo que pasa en tu vida, pero puedes elegir la forma de vivir lo que te pasa.
Y tú, ¿das el primer paso hacia tu liberAcción emocional?
Es tu momento, contacta conmigo.